Nos levantamos ya en Cáceres y vamos a desayunar con la visita con guía a las 11 en mente. Nos acordamos algo tarde de que es el día del eclipse, aunque hubiera dado igual, solo nos hemos traído un objetivo angular.
Hacemos una visita guiada que nos sabe a poco, pero es que la parte antigua es tan grande y tiene tantos rincones y sitios que visitar y por los que pasear que sería imposible.
pasear por allí te transporta a la edad media.
Como se echa a llover bastante, decidimos partir hacia Mérida. Al llegar nos quedamos un poco desfogados porque pensábamos que era tamaño Trujillo y es toda una ciudad enorme. Todo son casas nuevas, urbanizaciones. .. y pensamos que tal vez no haya mucho. ERROR!!!!
Al entrar en el hotel vemos que hay visitas guiadas nocturnas a las 20h al teatro y anfiteatro, eran las 19.20, así que tal cual estamos dejamos corriendo las cosas en la habitación y nos vamos andando para ver si hay suerte.
La visita es con una arqueóloga que nos detalla la construcción y uso de ambos elementos, ya vemos además el espléndido estado del teatro, uno de los teatros romanos mejor conservados junto con Orange (Francia) y Aspendos (Turquía) todo ello bajo un cielo negro y una lluvia a cántaros, pero estaba tan interesante que todos los que estábamos ni nos movíamos. Al de un rato una señora se apiado de nosotros y nos dejó un paraguas para ella compartir otro con su marido, MUCHAS GRACIAS porque si no es por ella habríamos terminado muy mal. ..
Al salir nos vamos a degustar un buen jamón en un sitio que resulta ser del que tiene el récord Guinness de la loncha de jamón más larga, Nico Jiménez.