Despertamos ya en Guadalupe y nos damos una vuelta por el pueblo que ya de por sí nos sorprende con unas callejuelas muy bonitas.
Tras ello nos vamos a la visita guiada del monasterio, donde vemos los libros miniados, de tamaño gigantesco de lo menos un metro para que todos los monjes pudiesen cantar usando un solo libro, que si lo piensas en la época, era más sencillo hacer uno de esos que copiar a mano 90 libros pequeños.
El museo tenia Goyas, Zurbaranes... pero lo que deja con la boca más abierta es cuando entras en la sacristía, toda una Capilla Sixtina espectacular, seguida de una sala de relicarios enorrrme con piezas de todas partes y tipos. Guadalupe es todo un sitio por descubrir!. Es una verdadera pena que no está permitido hacer fotos en el interior, así que hay que ir en persona a verlo!.
Al salir de la visita partimos rumbo Cáceres, al llegar está ya casi anocheciendo así que subimos a una de las múltiples torres para ver el anochecer, y luego vemos alguna iglesia por dentro, cenamos y caminamos por sus mágicas calles en la escasa iluminación nocturna que le da un ambiente especial.
Llueve bastante, pero realmente nos da igual. ..