Habíamos leído que en el aparcamiento de la caldera de Taburiente se podía compartir taxi para subir al mirador de Los Brecitos, desde donde comienza la ruta que baja por la caldera y el barranco de las Angustias, que era la que pretendíamos hacer nada más levantarnos.
Efectivamente, en la propia zona donde hemos dormido (no es un aparcamiento como tal, es un campo al borde de la carretera), vemos que hay varios taxis esperando para subir al comienzo de la ruta.
Nos acercamos y nos comentan que el barranco está cerrado por aviso de lluvias y aunque probablemente lo abran por la tarde, no nos daría tiempo a subir y hacerlo.
Todos son muy majos y nos ofrecen la opción de subir hasta Los Brecitos y hacer desde allí una ruta de bajada por la montaña.
Tras un rato de meditación, decidimos aceptar compartiendo el taxi con un turista francés y desde allí, si el tiempo lo permite, bajar hacia la zona de acampada y desde allí dar la vuelta hacia los Brecitos de nuevo .
Sin embargo, vamos bajando con aquello de "venga, un poquito más que está muy bonito y a ver si hay otro mirador" y llegamos a la zona de acampada de Taburiente.
Allí hay un centro de visitantes y hablando con los responsables del centro nos comentan que la bajada por el barranco, de unas 4 horas y media aproximadament, no está recomendada y si bajarmos será bajo nuestra responsabilidad. La otra opción es nuestro plan inicial de volver a los Brecitos y bajar caminando hasta el aparcamiento, pero eso serían unas 6 horas.
Después de pensarlo y ver que varios grupos se arriesgaban a bajar por el barranco, y viendo que el tiempo ha mejorado en las previsiones y que ya no hay avisos, decidimos bajar también.
La verdad es que con el miedo en el cuerpo bajamos bastante rápidos y tardamos unas 2 horas y media, aunque así y todo, nos permitimos hacer el desvío de la cascada de los colores.
Finalmente llegamos al aparcamiento donde nos espera la camper, cansados pero contentos y como ya habíamos comido unos bocadillos de camino, salimos directos hacia la punta inferior de la isla.
En esta ocasión, vemos con buena luz la salida del aparcamiento del barranco de las angustias, que siguiendo la pauta de la mayoría de carreteras de la isla, es estrecha, empinada y con enormes caídas laterales.
De vuelta, pasamos por la nueva carretera que atraviesa la colada del volcán Cumbre Vieja, que por fin conecta las dos partes de la isla que quedaron separadas, y vemos desde muy cerca el desastre completo que ha provocado.
Seguimos nuestro hacia las salinas de Fuencaliente, donde hace un tiempo muy malo, con niebla, lluvia y viento muy fuerte. La idea inicial era cenar en el restaurante de las salinas, pero se encuentra cerrado, por lo que vemos el anochecer desde las salinas y decidimos quedarnos para poder probar el restaurante a la hora de comer del día siguiente, ya que nos habían hablado muy bien de él y queríamos probarlo.
Intentamos dormir bajo los faros de Fuencaliente, pero el viento mueve tanto la furgoneta que finalmente bajamos a la parte inferior, a nivel del mar, donde podemos dormir más tranquilamente.