Nuestra llegada al lago Bunyonyi al anochecer resulta toda una sorpresa.... es nuestro aniversario de boda y nuestros compañeros de grupo deciden organizarnos una boda. Impresionante el montaje organizado a toda prisa en el camión... una noche muy divertida e inolvidable.
Amanecemos entre una niebla que no nos deja apreciar en un primer momento la belleza natural que nos rodea. Un lago con multitud de islas donde te puedes bañar sin peligro, ya que no hay animales, ni parásitos y donde disfrutamos de un día libre para realizar la actividades que nos apeteciera... canoa, barca a motor, nadar o pasear por la alrededores.
Por la mañana bajamos a ver el pueblo, donde paseamos por el mercado, y como era domingo, primero cotilleamos las celebraciones de algunas iglesias y luego nos relajamos tomando un aperitivo. Las patatas masala y el zumo natural no tenían desperdicio.
La tarde la dedicamos a actividades: paso en barca por las diferentes islas viendo la grulla coronada, pájaro nacional de Uganda que aparece en su bandera, visitando la isla del castigo, donde abandonaban a las mujeres que se quedaban embarazada antes de casarse y el resto de islas donde hay escuelas, hoteles, etc... una vez terminado el paseo, nadamos un rato en el lago, para finalizar tomando una buena cerveza en el bar del complejo.
La velada no se hizo larga porque cayó una buena tormenta.
El lago Bunyonyi resulta ser un buen descanso y preparación para los tan esperados gorilas.