Hoy volvemos a pegarnos uno de nuestros míticos madrugones, ya que tenemos entrada reservada por internet para las cuevas del Drach a las 10.45. Como es un sitio tan turístico no hemos querido arriesgar y unos días antes, cuando ya hemos visto que ningún día había previsión de lluvia, establecimos el momento de la visita y sacamos las entradas.
Las cuevas están a 45 minutos de camino, nos cuestan 14 euros y estamos dentro 1 hora y 20 minutos. La visita es libre aunque te acompaña un guía, que hace pequeñas explicaciones en cada tramo. Se pueden hacer fotos y en la zona del lago hay un pequeño auditorio desde donde disfrutamos de 4 piezas de música clásica en directo. Para finalizar la visita se puede recorrer un pequeño tramo del lago en barca.
Nos sorprendió el calor que hacía dentro, al ser invierno se nota mucho y lo normal es que te sobre ropa.
Queríamos aprovechar el viaje y visitar otras zonas del este de la isla, pero estamos bastante limitados por el horario en que anochece, así que desistimos de visitar el Castillo de Santueri. Sin embargo, habíamos observado que en el camino de vuelta a Palma estaba la casa museo Els Calderers, un museo etnológico que nos quedaba muy a mano para visitar, inicialmente pensamos que la visita será corta y posponemos la comida para después.
La entrada son 9 euros y estamos dentro hora y media viendo los mil detalles de las diferentes habitaciones, instrumentos, animales.
Al salir decidimos probar de nuevo el tripadvisor como recomendación para restaurantes, ya que en muchos viajes lo usamos siempre con buen acierto, pero en Mallorca pasa algo extraño, no conseguimos dar con sitios abiertos o "que existan", parece ser que hay muchísima rotación y lugares con comentarios de hace 1 mes puede que ya no exista "ni el local".
Ante otro día de desesperación de uso del tripadvisor decidimos volver a un restaurante que habíamos visto en una rotonda en medio de la nada y que se llama "El cruce".
Nos deja impactados, es tal la cantidad de gente comiendo allí que tienen hasta montada una carpa adyacente, al más puro estilo carrera popular, donde cada grupo va cogiendo su dorsal, por no hablar del super aparcamiento digno de un carrefour, o del mercadillo que se monta en torno a la gente esperando su turno (por cierto, se come bien y a buen precio).
Para finalizar el día dividimos el grupo entre chicos y chicas, los unos se van a hacer fotos nocturnas a la catedral mientras que las otras se van de compras por el centro.
Al llegar a nuestro flamante apartamento de diseño nos encontramos con que se ha caído medio techo del baño, es lo que tiene orientar las reformas al alquiler...