Madrugamos (salimos a las 9.30 del alojamiento) para ir a Alcudia, que se encuentra al otro lado de la isla y son 45 minutos de viaje.
Una vez allí descargamos la aplicación oficial con audioguías que nos propone una ruta por el casco viejo con diferentes paradas a la vez que nos va contando los detalles en cada una, incluido que Alcudia es uno de los principales destinos turísticos de Europa, lo cual nos suena un tanto exagerado, aunque desde luego merece la pena la hora y media de paseo por el casco antiguo.
Tras ello nos vamos a visitar el calvario de Pollença quetiene un pequeño santuario en la cima donde se venera una antigua imagen de la virgen besando los pies de Cristo crucificado.
Después de bajar su rectísima escalinata,comemos en la plaza del pueblo sin pena ni gloria.
Tras comer nos dirigirnos al Cabo Formentor, de camino hay varias paradas de interés con vistas muy espectaculares, incluso una de ellas tiene un parecido muy grande con el mítico Half Dome de Yosemite desde el glacier point.
Como en invierno se va muy apurado de luz seguimos hasta el final sin parar en ningún otro punto intermedio, muy a nuestro pesar, para ver el cabo a través de una carretera de montaña que termina en el faro.
Llegan las 17.30 y se hace de noche, así que volvemos a Palma en algo más de 1 hora de viaje para tomar un chocolate caliente y pasear un poco por la ciudad, disfrutando de su iluminación navideña, antes de volver al apartamento.