Viajes y excursiones por Brasil

Uno de los mayores atractivos de nuestra estancia en Brasil fue la oportunidad de explorar algunos de los lugares más impresionantes del país. Desde parques naturales hasta ciudades vibrantes, cada viaje nos permitió conocer más sobre la cultura, la biodiversidad y las peculiaridades de este enorme país. En este post, os resumimos algunos de los destinos que visitamos y nuestras experiencias en cada uno de ellos, además podéis ver el video de cada uno en nuestro canal de youtube.

Nuestra idea original era alcanzar otros lugares del continente desde Brasil, pero la descartamos pronto, ya que los tiempos para viajar a cualquier lado eran monstruosos, además de tener unos precios parecidos a viajar desde españa.

Explorando el Parque Nacional de Caparaó

Uno de nuestros primeros viajes fue al Parque Nacional de Caparaó, un área protegida famosa por su belleza natural y por albergar el Pico da Bandeira, la tercera montaña más alta de Brasil con 2.892 metros de altitud, recorrimos varias rutas de senderismo y disfrutamos de cascadas cristalinas, además, en una posterior vuelta al parque, conseguimos el reto que nos faltaba de subir al Pico da Bandeira.

El acceso al parque está muy controlado. Al llegar, tuvimos que registrar nuestra entrada y nos dieron una tarjeta de identificación que debíamos devolver a la salida para asegurarse de que nadie se quedara perdido en el parque. Las rutas están muy bien marcadas, pero lo que más nos impresionó fue la gran cantidad de cafetales en la zona y la hospitalidad de la gente local.

El Santuario de Caraça y el lobo Guará

Otro de los lugares más sorprendentes que visitamos fue el Santuario de Caraça, una antigua escuela y monasterio rodeado de naturaleza. El lugar es conocido por su tranquilidad y por la aparición nocturna del lobo Guará, un animal emblemático de Brasil que baja cada noche a alimentarse en las escaleras del monasterio.

Durante nuestra estancia en el santuario, hicimos rutas de senderismo, visitamos su museo histórico y disfrutamos de la gastronomía local. Pero sin duda, el momento más esperado fue la noche, cuando nos reunimos con otros visitantes en completo silencio, esperando la llegada del lobo Guará. La espera valió la pena: el lobo apareció con cautela, observando a la multitud antes de acercarse a la comida que los monjes le dejan cada noche.

Ibitipoca: senderismo y naturaleza

Otro destino imperdible fue el Parque Estadual de Ibitipoca. Este parque ofrece rutas espectaculares, como la de la Janela do Céu, una cascada que cae en un acantilado con vistas impresionantes. Algo que nos sorprendió de este parque es que, a diferencia de España, aquí todas las rutas son de pago y están muy controladas. No puedes desviarte ni explorar libremente como haríamos en la montaña en Europa.

Además, notamos que la mayoría de la gente contrata guías incluso para rutas sencillas, ya que hay mucho respeto (y cierto miedo) hacia la fauna local, especialmente serpientes venenosas. Nosotros decidimos explorar por nuestra cuenta y disfrutamos de un día increíble en la naturaleza.

Ilha Grande: Playas paradisíacas

Uno de los destinos más espectaculares de Brasil es Ilha Grande. Esta isla es un paraíso natural con playas de aguas cristalinas y selva exuberante. Visitamos Lopes Mendes, una de las playas más bonitas del mundo, y recorrimos la isla sin la presencia de coches, disfrutando de la naturaleza y cómo no, disfrutando del senderismo hasta el pico Papagayo y la degustación en los buenos restaurantes del lugar.

Petrópolis: Historia y arquitectura imperial

Para conocer más sobre la historia de Brasil, visitamos Petrópolis, la ciudad imperial. Recorrimos el Palacio Imperial y la Catedral de São Pedro de Alcântara, donde están enterrados los últimos emperadores de Brasil.

Jalapão: Aventura en el corazón de Brasil

En Jalapão, Tocantins, exploramos los famosos fervedouros, pozos de agua cristalina donde la arena impide que te hundas, y disfrutamos de la impresionante Cachoeira da Velha y las Dunas do Jalapão.

Es un lugar de acceso lejano, pero que desde luego merece una escapada por lo único de los fervedouros.

Podéis ver un post más extenso sobre el parque pinchando aquí.

Inhotim: Arte en la naturaleza

El mayor museo de arte contemporáneo al aire libre del mundo, donde se combinan jardines impresionantes con exposiciones de artistas internacionales, pasamos dos días y nos gustó mucho la experiencia.

Chapada Diamantina: Paraíso del trekking

En la Chapada Diamantina, en el estado de Bahía, encontramos uno de los lugares más espectaculares para el senderismo en Brasil. Este parque nacional es conocido por su geografía única, con montañas planas, valles profundos, ríos subterráneos y cascadas impresionantes.

Cachoeira da Fumaça

Uno de los puntos más icónicos de Chapada Diamantina es la Cachoeira da Fumaça, con más de 300 metros de altura, lo que la convierte en una de las cascadas más altas de Brasil. Para llegar a su mirador, hicimos una caminata de unas dos horas por un sendero empinado, pero la vista desde arriba valió completamente el esfuerzo. Cuando hay poco caudal de agua, el viento desvía la caída antes de que toque el suelo, creando un efecto de "humo", de ahí su nombre.

Gruta Azul

Otro lugar imprescindible es la Gruta Azul, una cueva sumergida en agua cristalina con un intenso color azul debido a la incidencia de la luz solar. La mejor hora para visitarla es alrededor del mediodía, cuando los rayos de sol iluminan el agua, creando un espectáculo natural impresionante.

Gruta da Lapa Doce

También exploramos la Gruta da Lapa Doce, una cueva con impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas. Con la ayuda de un guía, recorrimos más de un kilómetro bajo tierra, en un ambiente de total oscuridad, solo iluminados por linternas. La sensación de caminar entre estas formaciones milenarias fue increíble.

Morro do Pai Inácio

Para los amantes de las vistas panorámicas, la subida al Morro do Pai Inácio es obligatoria. Desde su cima, se puede admirar toda la inmensidad del parque, con su paisaje de montañas y mesetas que parecen sacadas de otro planeta. Llegamos justo antes del atardecer, y la vista del sol descendiendo detrás de las montañas fue uno de los momentos más mágicos del viaje.

Tiradentes y Diamantina: Historia y encanto colonial

Uno de los pueblos coloniales más bonitos que visitamos fue Tiradentes. Sus calles empedradas, casas coloridas y ambiente tranquilo nos transportaron a otra época. Paseamos por el centro histórico, y visitamos todo lo visitable, incluido el clásico paseo en el famoso tren de época.

Tiradentes es famoso por su escena artística y sus festivales culturales. Nos encantó el ambiente bohemio del pueblo y lo bien conservada que está su arquitectura colonial, eso si, estaba bastante lleno de turistas, muy lleno, eso sí, casi el 100% eran Brasileños.

Otro destino fascinante fue Diamantina, una ciudad con una fuerte influencia colonial y una historia ligada a la minería de diamantes. Paseamos por su centro histórico, con sus cuestas y sus paseos de esclavos de la época minera.

El carnaval en Juiz de Fora

Por supuesto, no podíamos perdernos el carnaval brasileño. Aunque no estuvimos en Río de Janeiro, Juiz de Fora también celebra un carnaval animado con desfiles de escuelas de samba, música y fiesta por toda la ciudad. Compramos entradas para ver el desfile desde las gradas y nos sorprendió lo bien organizado que estaba todo.

Algo curioso fue la logística del evento: cada escuela de samba pasa por el circuito con su propio camión de sonido, y los bailarines van organizados en diferentes grupos llamados "alas". Al final del desfile, un equipo de limpieza recoge toda la purpurina y papelillos antes de que llegue la siguiente escuela.