Excursión de día por la zona del valle de Ayora con la grata sorpresa del poblado Ibérico del Castellar de Meca.
Salimos a las 8.30 de Valencia, nuestra idea es ver los castillos de Cofrentes, Jalance y Ayora, un plan de día completo que nos planteamos aunque siempre puede surgir algún cambio, sobre la marcha, que nos haga cambiar de destino.
Sin desayunar y con idea de hacerlo en un punto intermedio llegamos directamente a Cofrentes, donde lo primero que vemos es un bar lleno de moteros y, ante nuestro estómago suplicante, no nos queda otro remedio que pegarnos un buen homenaje sin todavía haber hecho apenas una foto.
Tras nuestro desayuno-almuerzo subimos hasta el castillo, con la buena suerte de que al llegar está a punto de comenzar una visita guiada, a la que nos unimos encantados.
La visita dura aproximadamente 1 hora, y la guía nos va explicando las peculiaridades del mismo, así como de su ubicación.
Tras la visita nos acercamos al mirador en el punto donde el río Cabriel se incorpora al río Jucar, como cada uno tiene un color diferente, en la desembocadura se marca claramente la separación de las aguas durante los primeros metros.
Nos han recomendado subir al volcán desde donde hay una gran vista de castillo y pueblo, pero como nos queda un poco a contraluz, decidimos dejarlo para el final del día (spoiler: no fuimos).
Decidimos seguir hasta el siguiente pueblo, Jalance, donde subimos hasta el castillo, abierto y visitable tanto en interior como exterior, y desde donde hay una gran vista de todo el valle, pueblo y central nuclear.
Como ya ha llegado la hora de comer nos desplazamos a Ayora para seguir nuestro día de turismo. Comemos muy bien en el restaurante "La Tapa" y allí preguntamos horarios y visitas al castillo. Nos comentan que aunque es visitable está cerrado y solo se puede entrar avisando y pidiendo permiso en el ayuntamiento.
Ante eso, decidimos dar una oportunidad al poblado ibérico del Castellar de Meca. De los paisanos a los que preguntamos, nadie sabe decirnos muy bien cómo llegar porque, aunque todos han oído hablar de él, ninguno ha estado... Así que nos vamos en coche dirección Almansa con la indicación de que "veremos un cartel" marcando el desvío...
Tras varios kilómetros sin ver nada, buscamos en internet la página web oficial y con el punto exacto gps le decimos al google maps que nos lleve... pero como ya se sabe las que monta el google maps, nos manda por una pista llena de piedras que por supuesto no está hecho para un coche normal, sino más bien para un 4x4.
Bastante desanimados, volvemos a entrar en la página web oficial y miramos en detalle la forma de llegar, un desvío cerca del municipio de Alpera en el que hay que recorrer 4km por una pista con el coche hasta un aparcamiento, para desde allí caminar hasta la meseta dondese encuentra situado el poblado.
El mapa: aquí
Cuando llegamos al parking, a simple vista nos parece que la meseta del poblado está lejos y con una subida de bastante desnivel, así que ya que estamos allí decidimos subir un poco y "si vemos que tal" nos damos la vuelta. Imaginando que,debido a su pobre señalización, el lugar sería pequeñisimo y sin mucho interés.
Sinceramente, qué buena suerte que el castillo de Ayora estuviera cerrado, porque si llega a estar abierto, no nos habría dada tiempo a visitar el poblado y posiblemente no hubieramos ido con la impresión de que sería algo pequeño y sin mayor interés.
MENOS MAL QUE FUIMOS.
Además de que la subida es bastante llevadera, llegando a la fuente (primer punto interesante de la ruta y donde se encuentra el mapa general) acedemos a la central del poblado por las escaleras talladas en piedra (que ya nos dejan bastante impresionados) y desde ahí hacemos el recorrido completo, que tiene forma circular, hasta volver a la fuente.
No tenemos palabras, el sitio nos deja boquiabiertos, los caminos tallados en la roca (habrá más de 1km de caminos que se entrecruzan), los aljibes y piscinas talladas, los restos de construcciones y de muralla, donde aún se distingue una da las puertas de entrada.... el recorrido sorprende con nuevos descubrimientos metro a metro.
Además de los restos, la vista de todo el valle desde allí arriba es impresionante... y ya finalizando el recorrido, podemos observar, en la parte alta de la montaña, un arco natural en la roca.
En fin, un lugar para no perderse, a pesar de estar tan poco publicitado.