En un reciente viaje a Costa Rica tuvimos una desagradable sorpresa a la hora de volver a España, está claro, uno nunca puede dar las cosas por hechas y dejar de estar atento.
Cuando sacamos los billetes para San José, buscamos específicamente que tuviesen máximo una escala para que no fuese un infierno el viaje de ida, con esas premisas buscamos y encontramos un vuelo de Avianca con parada en Bogotá y una escala corta a la ida de menos de 3 horas y de 6 a la vuelta, nos pareció razonable así que procedimos a comprar el billete.
Una vez comprado en la propia página web nos ponía en letra muy pequeñita:
* El vuelo de vuelta tiene una parada técnica en Cali
Con gran rabia porque no nos lo hubieran descrito ANTES de la compra, pensamos que sería poca cosa y no le dimos más vueltas, de hecho, ni en la descarga del billete ni en ninguna comunicación posterior venía por ningún lado esa referecia, por lo que pensamos que tal vez era algo puntual que no sucedería.
Pasado el viaje volvemos a España desde San José (capital de Costa Rica), allí hacemos el check-in online e imprimimos las tarjetas de embarque en el aeropuerto, nos proporcionan 2 tarjetas de embarque:
En Bogotá teniamos 6 horas de escala, con tanta antelación no ponía nada de retrasos ni horarios de vuelos en los monitores, con lo que nos damos unas vueltas por las tiendas, tomamos cafés, compramos alguna cosilla, etc etc...
Cuando faltan 2 horas para la salida del vuelo vemos que empiezan a aparecer por las pantallas vuelos con el mismo horario que el nuestro, pero el nuestro sigue sin hacer acto de presencia, nos empezamos a preocupar y decidimos ir a una zona "business" de avianca a preguntar sobre el mismo...
La chica nos mira con cara de asombro y nos dice que ese vuelo es un vuelo NACIONAL a Cali y que desde allí parte a Madrid, que nos vayamos corriendo porque NO vamos a llegar, tenemos que pasar los controles de salida de internacional, entrar en Colombia como turistas, volver a entrar en la parte nacional del aeropuerto (con todos los controles que implica), y que ve complicado que lleguemos.
Con nuestros cafés en la mano, cara de calma, y parsimonia sonriente, notamos cómo nuestro cuerpo empieza a entrar en calor, cómo el corazón empieza a bombear sangre hacia las extremidades para que se pongan en movimiento antes de que la aguja del segundero pase al siguiente, y antes de que la chica pueda terminar su frase, partimos a la carrera.
En la zona de inmigración hablamos con unos policias contando el caso a ver si nos pueden llevar por un atajo, y nos abren una puerta para ahorrarnos algo, llegamos a la aduana de entrada y tenemos la grandisima suerte de que debe coincidir con un impás de vuelos y no hay absolutamente NADIE en las -n- cabinas de entrada.
En inmigración nos preguntan lo típico que a qué vamos al país.... y le contamos nuestro caso y que no queremos entrar en Colombia, que es nuestra compañía aérea, que nos la ha liado...
Pasamos el control de entrada y seguimos corriendo por el aeropuerto preguntando y buscando la zona de entrada a nacional, antes de llegar hay otro militar que nos dice que tenemos que rellenar una hoja completa para poder pasar por donde está él (Y no!, no nos dejó seguir aunque también le contamos el caso), así que buscamos unos bolígrafos y nos ponemos a rellenar a toda la velocidad que podemos, terminamos, volvemos a la cola, entregamos, pasamos, y seguimos corriendo.
Llegamos a la zona de entrada a nacionales y allí nos dice la policía que por ahí no podemos pasar si no tenemos una tarjeta de embarque de vuelo nacional, que la nuestra pone Bogotá-Madrid.
Como nuestro corazón seguía latiendo a tope de pulsaciones, "no tuvimos problema" en echarnos otro carrerón hacia atrás hasta encontrar mostradores de Avianca donde contarles el caso y que nos hiciesen tarjetas de embarque, con la suerte de nuevo que no había nadie en la cola.
Volvemos y ya por fín nos deja entrar en la zona de nacionales, volvemos a pasar todas las cosas por oooootro control de aeropuerto y por fin llegamos a donde sale el vuelo, que por suerte se había retrasado un poquito y no tuvimos problemas para cogerlo.
Una vez sentados en el avión nos tranquilizamos un poco, aunque decidimos asegurar las cosas al llegar a Cali para no cometer el mismo error.
Ya en Cali, nos juntan a los 4 que viajabamos juntos en un control de entrada y nos hacen una serie de preguntas y miradas que nos hacen temer a todos el tener que pasar por un tacto... aunque finalmente no se da el caso (tras llegar a España hemos conocido casos cercanos a los que sí se les dió el caso).
Y tras otros 3 militares más solicitando pasaporte y preguntas varias, control de equipaje y nervios varios, conseguimos llegar a la terminal de donde sale nuestro vuelo Cali-Madrid.
Pero en nuestro relax post-traumático, en vez de terminar con un masaje, a los de avianca no se les ocurre otra cosa que anunciar por los altavoces a ver quien se ofrece voluntario para overbooking en nuestro vuelo.
Saltan de nuevo las alarmas, nos acercamos, preguntamos...
Resulta que ofrecen 350USD por quedarse hasta el día siguiente en Cali (suponemos que además ofrecerán hotel), con lo que se presentan un montón de voluntarios y finalmente podemos entrar en nuestro vuelo y regresar a Madrid, donde todo discurre con total normalidad y por fin estamos en casa.
Conclusión: con los vuelos no hay que dar nada por hecho y siempre hay que asegurar, preguntar, estar atentos y aun así, volver a preguntar.
NOTA: La foto es ya en nuestra llegada a Madrid, en Bogotá no nos dio tiempo a hacer ninguna foto