En plena Sierra de la Culebra podemos visitar, tras unos años de construcción, el recién inaugurado centro del lobo ibérico de Castilla y León.
La visita no defrauda, nosotros tuvimos un día de mucha lluvia que no desmejoró para nada el paso por el lugar.
Al llegar a la localidad de Robledo, a unos 10km de la conocida Puebla de Sanabria, hay que dejar el coche en un aparcamiento y desde allí acercarnos caminando a través de pasarelas elevadas hasta la entrada del centro, unos 400 metros. Recomendamos llegar a Robledo por Puebla de Sanabria, ya que en otros accesos la carretera no está en muy buen estado.
Nosotros habíamos reservado una visita guiada por teléfono por un precio de 8 euros pero también es posible la visita libre (6 euros). Las visitas guiadas las hacen en grupo, te unes al de una hora concreta y ya está.
Al llegar allí nos quedamos gratamente sorprendidos por el entorno y la construcción, esperábamos algo más sencillo y nos encontramos un lugar espectacular, centro de visitantes, accesos, interior, proyecciones, etc.
Comenzando con la visita, el primer guía (sí, hay varios) nos hace una primera introducción sobre la historia del lobo en la región, mostrándonos diferentes utensilios usados para su caza a través de los años.
Tras ello nos llevan a una segunda sala donde se puede ver y tocar cómo es la piel de un lobo, su cráneo, etc. Allí nos explican las principales diferencias con un perro y como ha ido desapareciendo de la península ibérica.
Para finalizar la parte "de interior" hay dos salas con proyecciones, una con testimonios sobre el lobo y otra sobre el parque y la zona en sí.
Aunque llovía pasamos a la parte exterior del parque, donde se puede ver a los lobos en sus recintos (no todos visitables) desde tres miradores diferentes, dos están muy cercanos al edificio principal, y un tercero que se encuentra subiendo 500 metros por una ladera.
En todos los casos te encuentras en el interior de un mirador que imita construcciones típicas, cerrado y con pequeñas aberturas a través de las cuales se puede ver los diferentes lobos en su entorno.
Lo suyo es mantenerse lo más en silencio posible para por un lado no molestar a los animales de cuatro patas, y por otro, no molestar a los demás de dos.
En todo momento además hay alguien explicando desde las costumbres de alimentación hasta el origen de los lobos que hay en el parque, ideas futuras, etc.
En total estuvimos 3 horas en el parque, y desde luego podríamos habernos quedado mucho más disfrutando de estos bellos animales.
Para terminar qué mejor forma de reponer fuerzas que comer en algún restaurante de Puebla de Sanabria, y tras ello, como ya conocíamos muchos de los lugares característicos de la zona, fuimos a ver de cerca los castaños de Alcobilla, una pequeño bosque alrededor de la ermita con unos troncos y formas que hacen que la visita sea muy curiosa y recomendable.